miércoles, 9 de enero de 2019

Secrets & Lies (1996) - Mike Leigh

Hace algunos años estaba desarrollando una idea para una posible historia que quería plasmar en un futuro guion. La historia giraba entorno a una madre que comete un crimen. Un día mientras estaba buscando películas me topé con Vera Drake (2004), película que por cierto está protagonizada por Imelda Staunton, recordada como la infame Profesora Dolores Umbridge de las películas de Harry Potter.

Dos detalles en especial llamaron mi atención de aquella película. En principio la historia, sobre una madre de familia juzgada por asesinato, lo cuál me interesaba como referencia para mi historia, aunque la premisa y conflicto eran distintos a lo mio. El segundo detalle era que esta película estaba dirigida por Mike Leigh, realizador inglés que en 1996 se llevó nada más y nada menos que la Palma de Oro por la película que voy a comentar en esta ocasión.

Me causaba mucha curiosidad que película había sido capaz de quitarle la Palma de Oro a Rompiendo las Olas de Lars von Trier (que se llevó el Grand Prix) y a Crash de David Cronenberg (que ganó1 el Premio Especial del Jurado), dos películas que son de mis predilectas. El punto es que Vera Drake me decepcionó, ni siquiera terminé de ver la película, porque me parecía un melodrama del montón, sin profundidad y con esto se fueron mis ganas de volver a ver ninguna película del señor Leigh... Hasta ayer.

El estimado Manolito me insistió en que viera esta película, que era muy buena... y que no se que. Y aunque hace un tiempo ya había visto otra película de Leigh, Naked (1993) que por razones distintas tampoco me convenció, pues decidí darle una oportunidad a la recomendación de El Manolito. Me parece justo mencionar que por alguna razón nunca he comulgado con los directores ingleses, si acaso el único (aunque trabajó sobre todo en Hollywood) al que me rindo es Sir Alfred Hitchcock.

Entonces, ante la sugerencia de mi buen amigo, decidí darle una oportunidad seria a Secretos y Mentiras de Mike Leigh.

La película es un drama familiar, que en un inicio da la impresión de ser una gran película coral, la típica historia de muchos personajes variopintos, conflictos múltiples y lineas de tiempo cruzadas, sin embargo no es el caso realmente, simplemente tenemos una compleja historia que abarca a varios personajes, cada uno con su conflicto eso sí, pero que van a enfrentar un destino y un conflicto superior afines.

La historia empieza con un funeral, la madre de Hortense (Marianne Jean-Baptiste) ha fallecido y con ello despierta en ella una curiosidad muy humana, la de conocer a su verdadera madre, pues ella fue adoptada. Por otro lado está Maurice (Timohty Spall) un fotógrafo de unos 35 o 37 años que no lleva una vida conyugal muy satisfactoria. Y finalmente tenemos a Cynthia (Brenda Blethyn) una mujer madura cuya relación con su hija no va muy bien y que vive tocada por la falta de afecto familiar.

En principio la historia me encanta, soy muy adepto a las historias de familia o sus derivados, como por ejemplo El Padrino (1972), una película de mafiosos sí, pero cuyo peso e importancia histórica radica en el ángulo que supo darle Francis Ford Coppola con la historia de una familia y los conflictos universales que implica, de ahí el tremendo éxito que cosechara.

Otro de los grandes temas de la película además de 'La familia', sería 'La paternidad' más que otro tipo de lazos y relaciones la película se apoya claramente en la relación madre-hijo y en como esto marca a ambos miembros de esa relación. Cómo la falta de uno o de otro mueve y altera la vida del que está solo.

Durante el inicio de la película me emocionó ver el tipo de historia que se trataba y me vi venir un peliculón. Lamentablemente el desarrollo de la película luego de presentados los personajes y las ideas iniciales, me fue decepcionando poco a poco.

Voy a entrar un poco más a los detalles de la historia para poder explicarme (SPOILERS).


Marianne Jean-Baptiste y Brenda Blethyn
La película para mí comete el primer error en relacionar a los personajes rápidamente y con cierta obviedad pues mientras vemos como Hortense en su investigación descubre que su madre biológica es blanca, Maurice y su esposa Monica (Phyllis Logan) comentan sobre un 'secreto' que Cynthia le ha estado guardando a su hija Roxanne.

En este punto inmediatamente he pensado que Hortense debe ser hija de Cynthia, habiéndola dado en adopción por ser muy jovencita al haberse embarazado, todas estas deducciones salen del desarrollo que se le da al personaje de Cynthia como una mujer promiscua e inestable. Si bien aquellas ideas mías pudieron haber sido erradas, de alguna manera el director ya te las pone en la cabeza por como va a enlazando su historia.

A pesar de aquel traspié la historia continúa con mucho interés, la atmósfera de la película es de desolación, ningún personaje esta satisfecho con su vida, algo los aqueja más allá del éxito o fracaso. Un punto muy, pero muy a tener en cuenta, son las impresionantes actuaciones que tiene la película, todos los actores están soberbios, en especial Brenda Blethyn que además se llevó el premio a mejor actriz de Cannes.

Hay una conmovedora y potente escena del reencuentro entre Maurice y su hermana Cynthia, que es de lo mejor se haya hecho en el cine, (al menos de lo que yo he visto) realmente toca tu corazón, impresionante, brutal, magistral momento de la película, que muy a mi pesar llega muy rápido y desequilibra la historia, porque ¿cómo superas eso luego?

Otro de los aspectos positivos de la película viene en el plano técnico, su sobrio planteamiento visual en cuanto a planos, potencia muy bien en conjunto con aquella fotografía parca la esencia de la película, ese clima gris de Londres que tan a pelo queda con la historia, realmente tiene un muy buen aspecto la película, además de que sostiene perfectamente el conjunto narrativo.

La cinta comete otro error, que una vez desarrollado el personaje de Cynthia por completo, cae en una redundancia respecto al mismo, siguen apareciendo escenas dramáticas en torno a este personaje, pues tiene problemas con su hija, con su hermano, con su cuñada, con su pasado, y la película te lo recalca constantemente con lloriqueos y peleas, recurso que siempre puede ayudar a darle intensidad a una determinada escena, pero si se aplica adecuadamente y con mesura.

No es posible que cada 10 minutos haya un griterío en la película, porque esto pasa de ser un drama a una broma. Aquel maravilloso momento que comparten los dos hermanos, pierde su fuerza y se repite una y otra vez hasta el final de la película a tal punto que se hace incómodo, cansa y quita las ganas de seguir viendo la película, cuya seriedad y profundidad ya no te las crees.

Finalmente hay una 'reunión familiar' final a razón del cumpleaños 21 de Roxanne, dónde se hacen todas las revelaciones de la película, dónde se desenvuelven aquellas mentiras y secretos que han estado guardados por los personajes durante toda su vida. Y el final de la película termina siendo un tanto flojo, todos contentos, sus conflictos resueltos y la 'lección aprendida'. Todo perfecto. Esto se contrapone totalmente con el realismo que presenta el planteamiento inicial de la historia.

No es real perdonar a tu madre el mismo día por una mentira que te ha guardado toda la vida, o aceptar a un hijo o hermano que nunca has visto así tan de repente. Y es en este punto dónde la película me termina de decepcionar y me recuerda claramente a Vera Drake, pues aquella película también tenía un lloriqueo insoportable.

Los picos dramáticos resultan excesivos, ciertamente es el mejor adjetivo para esta pelicula, es excesivamente dramática, yo me esperaba una historia dramática de una profundidad y valor universales, y lo que me encontré fue un decepcionante y vulgar melodrama, y molesta porque la historia es buenísima, pero se hubiera podido aprovechar de otra manera.

Luego de verla, yo debo decir que entre Rompiendo las olas, que también era una historia muy dramática, yo me quedo con la obra del danés, quizá también tiene sus problemas con el realismo, pero él no va por esa línea, y si por la del melodrama desde un inicio, a pesar de lo cuál se contiene y no es tan barroquista en el despliegue emocional, como sí su par inglés.

En general, es una película que si recomendaría, pero que por su extensión (142 minutos) y por sus insufribles griteríos llega a cansar, con un poco de mesura los actores se hubieran llevado tranquilamente muchos más galardones. A propósito Brenda Blethyn estuvo nominada al Óscar de 1997 como mejor actriz junto a Emily Watson, protagonista de Rompiendo las olas, pero como todos ya saben, de manera insólita aquel premio se lo dieron a Frances McDormand por su discreta actuación en Fargo de los hermanos Coen.

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