Por fin he podido volver a ver una película, luego de unos días jodidos. Esta película estaba en mi lista sobre asesinos en serie, y no podía faltar pues Ted Bundy (1946-1989) fue el primer criminal en ser denominado "asesino en serie", algo que en los años setenta era toda una novedad para la policía y departamentos de justicia de los Estados Unidos.
Bundy ganó notoriedad por "desaparecer" a decenas de mujeres en diversos estados del país norteamericano. Fue condenado por violación, asesinato, secuestro y robo, en especial el secuestro y asesinato de Kimberly Leach una niña de 12 años a la que raptó a plena luz del día y mientras se encontraba prófugo, luego de haber escapado por segunda vez de la justicia, en esta ocasión estando encarcelado.
La película es muy similar en propuesta a Dahmer (2002), apostando por un desarrollo psicológico del persona, con la diferencia de que la historia es un poco más coherente, aquí no hay intentos narrativos inusuales, se sigue una sola línea temporal progresiva que comienza en 1974, con un Ted Bundy asistiendo a clases de derecho en la universidad y culmina con la ejecución del mismo en 1989.
Ted Bundy (Michael Reilly Burke) es un estudiante de derecho que está fracasando en la universidad y se dedica a robar esporadicamente, además de salir de noche a acosar y perseguir mujeres. Tiene una novia, llamada Lee, que vive en otro estado con su hija, a la que visita cada cierto tiempo y por la que aparentemente siente una gran afección, de hecho la película y la historia real nos dicen que Bundy veía en ella su camino hacia una vida normal, la cuál nunca pudo tener.
La historia que se cuenta en la película no es exactamente fiel a los hechos de la realidad, pero esto no es necesario, porque muestran perfectamente el contexto y conductas del personaje en cuestión, por tanto las modificaciones, como el color amarillo utilizado en lugar arena de su Volkswagen, o los nombres de sus parejas y víctimas no influyen ni en el desarrollo de la historia, ni en la coherencia.
Estamos ante una cinta realmente pequeña, pero que en mi opinión logra transmitir las sensaciones del caso real. En cierto momento se hace un poco pesada porque la historia no desarrolla un conflicto a la manera tradicional, su interés radica en el protagonista y en los sucesos que va viviendo.
Es una película que si recomendaría a aquellos interesados en el caso de Ted Bundy, pero solo para ver una o dos veces, no es un film tan entretenido y ciertamente puede resultar desagradable en estos tiempos, debido a la cantidad de violencia que sufren mujeres durante el film.
No hay comentarios:
Publicar un comentario